jueves, 6 de agosto de 2020

Todo lo que debes saber de la lejía en tiempos de Coronavirus

Esta semana vamos a hablar del limpiador más utilizado en estos tiempos de pandemia y uno de los pocos que ha demostrado su eficacia contra el coronavirus, la lejía. Esta semana hablaremos sobre qué es, cuál es su fórmula molecular, por qué limpia y elimina microorganismos, así como de sus peligros, con qué no hay que mezclarlo y más. Empezamos...

¿Qué es la lejía?

La lejía es una disolución acuosa de ácido hipocloroso, o hipoclorito sódico, que en algunas presentaciones comerciales puede llevar algún tipo de detergente. Es decir, el ingrediente activo de la lejía es el hipoclorito.

El hipoclorito es el anión, molécula cargada negativamente, del ácido hipocloroso, HClO. Es decir, el hipoclorito es, esencialmente, un cloro unido a un oxígeno que, además, tiene una carga negativa. Este ion no es muy estable. Si recordamos de las clases de química básica, el cloro tiende a tener carga negativa, así como el oxígeno. En esta molécula el cloro es formalmente positivo para que el oxígeno pueda tener sus dos cargas negativas. Esto implica que el cloro quiera adquirir los dos electrones que le faltan para tener configuración de gas noble, ya que ahora los tiene compartidos con el oxígeno. Esto hace que el hipoclorito sea bastante reactivo y poco estable.
Molécula de ácido hipocloroso, HClO
H: blanco; O: rojo; Cl: verde

Cuando el hipoclorito se encuentra con algo que le pueda ceder electrones va a tender a romperse para poder cogerlos. En principio va a coger todos los que pueda pero, si son menos de los dos que necesitaría, sólo cogerá uno y, en vez de quedarse como cloruro, Cl-, quedará como cloro molecular, Cl2.

Si entramos en reacciones posteriores más complejas, este cloro puede reaccionar con agua en una reacción llamada dismutación, en el que uno de los átomos de cloro se convertirá en el estable cloruro mientras que el otro retrocederá en la reacción y volverá a ácido hipocloroso.

En definitiva, la lejía limpia porque capta electrones, es decir, oxida lo que tiene alrededor, permitiendo romper las membranas celulares de diferentes virus y bacterias. Es por esta razón que es efectivo como bactericida y virucida. Por ello, se recomienda para limpiar diferentes superficies y eliminar el coronavirus presente en ellas (siempre que esté en una concentración superior al 1%). No olvidemos que nuestras manos también están compuestas de células, por eso al usar lejía se notan más suaves. Recuerda usar guantes para no dañarte las manos.

Es esta capacidad oxidante la que hace que pueda reaccionar con diferentes sustancias, como los colorantes presentes en la ropa, siendo capaz de eliminar la suciedad pero también los colorantes, descolorando la ropa. Por ello, se usa sólo en ropa blanca.

El principal problema de la lejía es emplear demasiada cantidad al limpiar o juntarlo con sustancias que hagan que sólo pueda captar un electrón. En estos casos el hipoclorito se convertirá en cloro, como ya hemos visto, que es un gas no soluble en agua y se desprenderá formando una nube que a bajas concentraciones es blanquecina y altas concentraciones comienza a tomar un color amarillo verdoso. Este cloro es muy tóxico para las personas, de hecho fue la primera arma química empleada en la historia, en la Primera Guerra Mundial.

Estas intoxicaciones en entornos domésticos suelen ocurrir por mezclar distintos limpiadores con lejía. Uno de los casos más comunes es mezclar lejía con amoniaco. En estos casos la lejía reacciona con el propio amoniaco, antes de aplicarlo en ningún sitio, provocando el desprendimiento de cloro y una posible intoxicación de la persona que limpia. Esto se puede ver si sale cualquier tipo de vapor del sitio donde se hace la mezcla o si la persona empieza a marearse.

En casos por intoxicaciones leves por cloro se recomienda el remedio casero de tomar leche ya que es capaz de capturarlo y reducirlo a cloruro, haciendo que sea inofensivo. En caso de intoxicaciones no leves, acude a un centro sanitario o llama al servicio de toxicología más cercano para que te indiquen qué hacer.


Con este post damos por concluida la tercera temporada del blog. Ya van a hacer 3 años que empezamos este camino y, aunque no ha tenido la regularidad deseada, hay una buena colección de posts publicados así como una serie de vídeos en Youtube en la que enseñamos a diseñar química en 3D con #BlenderAplicadoALaQuímica . Como siempre, si te ha gustado hazlo saber compartiendo y siguiéndonos en las redes sociales Facebook, Twitter e Instagram, en todas con @callofchemistry. Si tienes alguna sugerencia, duda o petición puedes hacerlo por todas estas vías o en los comentarios del post.

Nos vemos en Septiembre!!